En nuestra última encuesta en LinkedIn hablamos a nuestros seguidores sobre los beneficios personales o sociales más allá del salario.
Preguntamos sobre sus prioridades en cuanto a beneficios, y los resultados fueron los siguientes:
Formación Continua: 13%
Planes de carrera internos: 22%
Bienestar (meditación, coaching): 3%
Trabajar solo 4 días a la semana: 63%
A través de esta encuesta hemos llegado a una conclusión clara: la planificación horaria y la conciliación laboral son más que tendencias; son necesidades fundamentales que las organizaciones deben abordar si quieren atraer y retener el mejor talento.
Por ello, queremos analizar cómo podemos mejorar el rendimiento de los trabajadores a raíz de mejorar la flexibilidad horaria.
La pandemia de COVID-19 aceleró un cambio significativo en la forma en que trabajamos. Muchas empresas adoptaron modalidades de trabajo remoto y flexible, y los empleados experimentaron de primera mano los beneficios de una jornada laboral más adaptable. Ahora, más que nunca, las personas valoran la posibilidad de organizar su tiempo de manera que se ajuste a sus necesidades personales y familiares.
Este deseo de flexibilidad no se limita a un horario de trabajo menos estricto. Se trata de un cambio de mentalidad que promueve un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal. En nuestra encuesta, muchos participantes señalaban que preferían tener más tiempo para sus familias, hobbies o incluso para el descanso, en lugar de estar atados a un horario rígido. Esta búsqueda de bienestar está marcando una nueva era en la que los beneficios laborales deben adaptarse a las expectativas de los trabajadores.
La conciliación no solo se refiere a poder salir del trabajo a una hora razonable; implica tener la libertad de gestionar las responsabilidades personales sin sacrificar la vida profesional. Al adoptar políticas que fomenten la conciliación, las empresas pueden no solo mejorar la satisfacción de sus empleados, sino también aumentar su productividad y lealtad.
Desde nuestra experiencia en diagnóstico organizacional, hemos visto que las organizaciones que implementan horarios flexibles o jornadas comprimidas reportan una reducción en el absentismo y una mejora en el compromiso del personal. Cuando los trabajadores sienten que sus necesidades son valoradas, están más dispuestos a invertir su energía y dedicación en su trabajo.
Es fácil asumir que ofrecer menos horas de trabajo podría resultar en una disminución de la productividad, pero nuestra experiencia nos dice lo contrario. La planificación horaria efectiva no solo mejora la calidad de vida de los empleados, sino que también puede generar un impacto positivo en la cultura organizacional. Un equipo que trabaja feliz y motivado es, sin duda, un equipo más eficiente.
Además, al priorizar la conciliación, las empresas se posicionan como empleadores atractivos en un mercado laboral cada vez más competitivo. Las nuevas generaciones de trabajadores buscan más que un salario; desean un entorno que les permita crecer tanto personal como profesionalmente. Al enfocarse en la planificación horaria y la conciliación, las empresas pueden diferenciarse y atraer a los mejores talentos.
La planificación horaria y la conciliación no son solo una cuestión de beneficios laborales, además son una inversión en el futuro de las organizaciones. A medida que continuamos ayudando a las empresas a diagnosticar sus necesidades y a implementar estrategias efectivas, nos comprometemos a promover prácticas que valoren el tiempo y la calidad de vida de los empleados.
Es evidente que el futuro del trabajo está cambiando.
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